Venta de casas en San Salvador:
¿sigo alquilando o compro una casa?
Antes de profundizar en el desarrollo del tema, es necesario aclarar que respuesta o la elección de si debería alquilar o comprar una casa, no es para nada una decisión simple. Acá es donde debe preguntarse o considerar su situación financiera, cuál es la calidad de vida que busca tener y la comodidad familiar. Elegir cuidadosamente entre todos estos puntos pueden ayudarle a tomar una decisión. Le compartimos otras dudas que puede responder para usted mismo y hacer una autoevaluación de las soluciones:
¿Qué puedo pagar?
¿Cuánto tiempo planeo quedarme en casa?
¿Quiero estabilidad o flexibilidad?
¿Puedo ser responsable de las reparaciones o del mantenimiento de la casa?
¿Cuáles son mis metas financieras, profesionales y familiares?
Una vez que ha analizado conscientemente estas preguntas, es momento de conocer qué implica alquilar una casa y después, qué conlleva comprar.
¿Qué implica alquilar una casa?
Alquilar una casa ayuda a cumplir metas a corto plazo, pero no es la mejor opción para alguien que piensa tener estabilidad financiera. Piense en esto, hay familias que han habitado una casa hasta por 30 años, siempre dieron una cuota estimada, pagaron los servicios básicos como suma adicional y cuando tuvieron que partir, quedaron en la misma situación: sin una vivienda establecida para el futuro de sus hijos.
Decídase por alquilar si no posee los suficientes ingresos familiares como para pagar la cuota mensual de una hipoteca, pero si los tiene, analice que comprando una casa tendrá el patrimonio que tanto ha estado buscando.
¿Qué implica comprar una casa?
EEn este caso también debe analizar las razones para no comprar una casa usada, que a largo plazo, le saldría en costos de reparación, hasta un poco más cara. Si bien es cierto, las razones en las que debe estar haciendo más hincapié para no comprar una casa nueva se encierran en las gestiones administrativas y en las deudas que se podrían generar por realizar préstamos hipotecarios, porque esto, en efecto, no pasa al alquilar una casa.
Sin embargo, hay que desmitificar los préstamos financieros, porque si se tiene el suficiente dinero ahorrado para pagar la prima y los ingresos familiares competentes, bien puede hacer una inversión en calidad de vida, por eso en el siguiente apartado le presentamos 5 mitos que se han creado para que no compre una casa.
Quizás ya le hayan mencionado alguno, écheles un vistazo y también vea la realidad que hay detrás de ellos, pues es necesario estar consciente de que sí hay gestión, pero con el buen acompañamiento puede llevar a cabo su sueño de poseer casa propia.
Créditos hipotecarios:
mitos y realidades, ¿quién dice la verdad?
Mito 1: “Si no tiene el 20 % del pago inicial, no puede comprar una casa”.
Realidad: si bien es cierto, hay financieras que tienen como requisito que usted brinde un 20 % de pago inicial, pero también hay financieras en El Salvador que financian más del 80 % del valor total de la propiedad. y lo mejor es que también hay complejos residenciales que hacen convenios con bancos para que pueda llevar a cabo y con más calma las gestiones que aborda este punto, tal es el caso de Paseo del Prado, de Grupo Roble.
Recomendación: lo ideal es que tenga ahorrado un poco más del 20 % para que le ayude a calificar a una mejor tasa de interés y para que cancele más rápido la hipoteca. Pero, si quiere mudarse pronto a una casa propia que le asegure las comodidades deseadas, también puede optar por esos financiamientos del 80%. En cualquiera de los casos, es imprescindible que cuente con un monto.
Mito 2: “Con un puntaje de crédito bajo, no puede adquirir un préstamo hipotecario”.
Realidad: aunque muchas personas le digan que necesita de un perfecto puntaje de crédito para adquirir un préstamo hipotecario, la verdad es todo lo contrario. Es cierto que un puntaje de crédito alto le ayudará a encontrar una tasa de interés más asequible, pero también hay financieras que analizan a detalle este punto y tienen programas para abordarlo, a fin de efectuar un acuerdo con el que puedan brindarle el crédito.
Recomendación: busque ayuda profesional y también considere opciones de casas que le brindan convenios con financieras que prestan estos servicios sin pagar costo alguno.
Mito 3: “Una tasa de hipoteca ajustable es extremadamente peligrosa”.
Realidad: una tasa de hipoteca ajustable es riesgosa, puesto que la tasa de interés está en constante cambio durante la vida del préstamo.
Recomendación: elija una hipoteca de tasa fija cuando solicite el préstamo. Tal como lo indica su nombre, nunca cambiará y los pagos seguirán siendo los que se estipularon desde el inicio del contrato.
Mito 4: “La tasa de interés más baja es la opción más óptima”.
Realidad: examine con detenimiento, pues, aunque una tasa de interés muy baja es importante cuando busca un préstamo hipotecario, también debe analizar que esta tasa solo es el costo que pagará por pedir dinero prestado. Pregunte al prestamista qué es lo ideal en dependencia de los ahorros e ingresos de los que goce.
Recomendación: también es cierto que, una prima o un pago inicial mayor del 20 % del costo total de la casa que desea le ayudará a reducir los costos de los intereses de la hipoteca, tradúzcalo como “obtendré una tasa de interés menor siempre que tenga más del 20 % para dar como monto inicial”.
Mito 5: “Una precalificación garantiza un préstamo hipotecario”.
Realidad: no siempre es así. Recuerde que analizarán su historial de ingresos, deudas y de crédito. Una vez se realicen estos análisis, el banco decidirá si usted es elegible para una hipoteca y le dirá cuánto puede pagar.
Recomendación: Recomendación: avóquese a un profesional de esta área. Generalmente, los proyectos que tienen convenios, como lo dijimos antes, le facilitarán el contacto de las mejores opciones a las cuales solicitar información, de paso se ahorra dolores de cabeza pensando cuál proceso seguir.Para finalizar este apartado, le sugerimos que no deje que le intimiden, dedique algunos minutos a investigar un poco más y, reiteramos, solicite ayuda profesional sobre el tema, no deje de comprar una casa nueva solo porque cree que será demasiado papeleo.
Principales ventajas de adquirir una vivienda en San Salvador
Las ventajas principales de las residenciales incluyen privacidad y seguridad, así como amenidades y diseño innovador. A continuación, detallamos estos beneficios en profundidad:
Privacidad con accesibilidad a la ciudad
Una residencial a pocos minutos de la ciudad ofrece comodidad, no solo por el silencio y la tranquilidad, sino también por la privacidad que brinda. Estas residenciales suelen estar estratégicamente ubicadas para facilitar el acceso a las principales vías, cerca de comercios, centros educativos y de salud.
Seguridad que no permita parpadeos
Pensar en su seguridad es un tema primordial y no es de extrañar que usted piense en ello, ya que está velando por la tranquilidad de su familia. Al vivir en una residencial, contará con cámaras de vigilancia para que pueda vivir con tranquilidad, además de estar rodeado de guardias de seguridad que le protegerán.
Amenidades para que todos disfruten
Hablamos de área de juegos para niños, salón para usos múltiples, como eventos o reuniones; zonas verdes, canchas para baloncesto o fútbol, gimnasio al aire libre, ciclovías y parqueos para visitas, entre otros.
La disponibilidad de amenidades, agrega valor para una excelente experiencia sin necesidad de salir del residencial. No solo ahorrará tiempo, sino que también podrá pasar más tiempo con los suyos.
Innovación en diseños de casas
Generalmente, los complejos residenciales que venden casas nuevas ofrecen propuestas de innovación o modernidad en los diseños arquitectónicos.
Paseo del Prado: su vivienda en San Salvador
Todas las ventajas mencionadas anteriormente las reúne Paseo del Prado, un complejo de viviendas unifamiliares a 15 minutos de San Salvador, con modelos arquitectónicos modernos de casas, seguridad 24/7 y con posibilidades de financiamiento. Para corroborar, le recomendamos leer: Conozca más detalles de esta residencial leyendo:
Residenciales en San Salvador: ¿por qué vivir en Paseo del Prado?